Estos textos están tomados del misal Id y Enseñad
Versión PDF
Versión texto
San José, obrero
Mayo
1
Antífona
de Entrada
Dichoso
el que teme al Señor y cumple su voluntad.
El
gozará el fruto de su trabajo tendrá prosperidad y alegría.
Aleluya.
Oración
Colecta
Oremos:
Dios
nuestro, creador del universo, que has
querido
que el hombre colabore con su trabajo al
perfeccionamiento
de tu obra y al bien de sus
hermanos,
por intercesión de san José y a ejemplo
suyo,
concédenos comprender y realizar la misión que nos
has
encomendado aquí,a cada uno.
Por
nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera
Lectura
Lectura
del libro del Génesis
(1,
26—2, 3)
Dijo
Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza;
que
domine a los peces del mar, a las aves del cielo, a los
animales
domésticos y a todo animal que se arrastra sobre la
tierra”.
Y creó
Dios al hombre a su imagen; a imagen suya lo creó;
hombre
y mujer los creó.
Y los
bendijo Dios y les dijo: “Sean fecundos y multiplíquense,
llenen
la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar,
a las
aves del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre
la
tierra”.
Y dijo
Dios: “He aquí que les entrego todas las plantas de
semillas
que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles
que
producen fruto y semilla, para que les sirvan de alimento.
Y a
todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a
todos
los reptiles de la tierra, a todos los seres que respiran,
también
les doy por alimento la verdes plantas”. Y así fue.
Vio
Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno.
Fue la
tarde y la mañana del sexto día.
Así
quedaron concluidos el cielo y la tierra con todos sus
ornamentos,
y terminada su obra, descansó Dios el séptimo
día de
todo cuanto había hecho.
Dios
bendijo el séptimo día y lo consagró, porque ese día cesó
de
trabajar en la creación del universo.
Palabra
de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo
Responsorial Salmo
89
Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras.
Desde
antes que surgieran las montañas y la tierra y el
mundo
apareciesen, existes tú, Dios mío, desde siempre y por
siempre.
Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras.
Tú
haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los
mortales
que retornen. Mil años para ti son como
un
día que ya pasó, como una breve noche.
Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras.
Haznos
captar lo breve de la vida y seremos sensatos.
¿Hasta
cuando, Señor, vas a tener compasión de tus siervos?
¿Hasta
cuándo?
Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras.
Llénanos
de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda.
Haz,
Señor, que tus siervo s y sus hijos, puedan mirar tus obras y
tu
gloria.
Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras.
Aclamación
antes del Evangelio
Aleluya,
aleluya.
Bendito
sea el Señor día tras día que nos lleve en sus alas y
nos
salve.
Aleluya.
Evangelio
†
Lectura de santo Evangelio según san Mateo (13, 54-58)
Gloria a ti, Señor.
En
aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar
a la
gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban
asombrados
y se preguntaban:
“¿De
dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes
milagrosos?
¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se
llama
María su madre y no son sus hermanos Santiago,
José,
Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus
hermanas?
¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?” Y
se
negaban a creer en él.
Entonces,
Jesús les dijo: “Un que en su patria y en su casa”.
Y no
hizo muchos milagros ahí por la incredulidad de ellos.
Palabra
del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración
de los Fieles
Oremos:
Invoquemos
a Dios que nos creó a su imagen y semejanza y
nos
encomendó el cuidado de la tierra y, por intercesión de San
José,
pidámosle que escuche nuestras oraciones. Digamos:
Te lo pedimos, Señor.
Por la
Iglesia y cada uno de los cristianos del Tercer Milenio: para
que el
amor y la paz que reinaron en el hogar de Nazaret revivan en
nuestras
vidas. Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por el
Papa, los obispos, los sacerdotes y los diáconos, los
religiosos
y los fieles: para que sirvamos a Dios todos nuestros
días. Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por la
obra evangelizadora de la Iglesia: para que el mensaje
del
Evangelio sea anunciado a los trabajadores y a los pobres.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por los
que sufren por falta de trabajo o por la precariedad e
inhumanidad
del mismo, por los trabajadores que están en peligro
y por
los que son explotados: para que el Señor los llene de su
fortaleza
y San José, su protector, interceda por sus necesidades
espirituales
y materiales. Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por los
que trabajan en los sindicatos y están comprometidos
en la
causa de la justicia y la promoción de los derechos
humanos:
para que San José los sostenga en su empeño
y
puedan conseguir el progreso, la convivencia pacífica y el
reconocimiento
de los derechos de todos los hombres.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Celebrante:
Gracias,
Padre, porque nos escuchas y nos salvas;
recibe
con bondad las oraciones que te hemos
presentado
en nombre de tu pueblo y haz que, mirando
a
San José, modelo de trabajador, no nos cansemos
nunca
de trabajar con ilusión por un mundo mejor.
Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración
sobre las Ofrendas
Dios
de toda bondad, acepta los dones que te presentamos
en
esta fiesta de san José Obrero, y haz que esta
Eucaristía
sea para nosotros fuente de vida cristiana y
salvación
eterna.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
de San José
Misión
de san José
El
Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos
el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos
gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber
y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor,
Padre santo, Dios todo poderoso y eterno.
Y
alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la memoria de san
José,
el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre
de
Dios, el fiel y prudente servidor a quien constituiste
jefe de
tu familia para que, haciendo las veces de padre,
cuidara
a tu hijo unigénito, concebido por obra del
Espíritu
Santo, Jesucristo nuestro Señor.
Por él,
los ángeles y los arcángeles, y todos los coros
celestiales
celebran tu gloria, unidos en común alegría.
Permítenos
asociarnos a sus voces cantando humildemente
tu
alabanza:
Santo, Santo, Santo...
Antífona
de la Comunión
Todo lo
que hagáis de palabra o de obra, hacedlo en el nombre
de
Jesús, el Señor, dando gracias por su medio a Dios
Padre.
Aleluya.
Oración
después de la Comunión
Oremos:
Que
el amor que nos has manifestado al hacernos
partícipes
de esta Eucaristía, sea para nosotros, Señor,
el
estímulo para cumplir con nuestras obligaciones diarias
y
la razón profunda de nuestra paz interior.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Dales, Señor,
prosperidad a nuestras obras
No hay comentarios:
Publicar un comentario