Numerales del CATECISMO DE
LA IGLESIA CATOLICA que mencionan a San José: 437, 488,
497, 500, 532, 534, 583,595, 1014, 1020, 1655, 1846, 2177.
437
El ángel
anunció a los pastores el nacimiento de Jesús como el del Mesías prometido a
Israel: "Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el
Cristo Señor" ( Luc_2:11). Desde el principio él es "a quien el Padre
ha santificado y enviado al mundo"( Jua_10:36), concebido como
"santo" ( Luc_1:35) en el seno virginal de María. José fue llamado
por Dios para "tomar consigo a María su esposa" encinta "del que
fue engendrado en ella por el Espíritu Santo" ( Mat_1:20) para que Jesús
"llamado Cristo" nazca de la esposa de José en la descendencia
mesiánica de David (Mat_1:16; cf.
Rom_1:3; 2Ti_2:8; Apo_22:16).
488
"Dios
envió a su Hijo" ( Gál_4:4), pero para "formarle un cuerpo"
(cf. Hab_10:5) quiso la libre
cooperación de una criatura. Para eso desde toda la eternidad, Dios escogió
para ser la Madre de su Hijo, a una hija de Israel, una joven judía de Nazaret
en Galilea, a "una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa
de David; el nombre de la virgen era María" ( Luc_1:26-27):
El Padre de
las misericordias quiso que el consentimiento de la que estaba predestinada a
ser la Madre precediera a la encarnación para que, así como una mujer
contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida (LG 56;
cf. 61).
497
Los relatos
evangélicos (cf. Mat_1:18-25; Luc_1:26-38) presentan la concepción virginal
como una obra divina que sobrepasa toda comprensión y toda posibilidad humanas
(cf. Luc_1:34): "Lo concebido en
ella viene del Espíritu Santo", dice el ángel a José a propósito de María,
su desposada ( Mat_1:20). La Iglesia ve en ello el cumplimiento de la promesa
divina hecha por el profeta Isaías: "He aquí que la virgen concebirá y
dará a luz un Hijo" ( Isa_7:14 según la
traducción griega de Mat_1:23).
532
Con la
sumisión a su madre, y a su padre legal, Jesús cumple con perfección el cuarto
mandamiento. Es la imagen temporal de su obediencia filial a su Padre celestial.
La sumisión cotidiana de Jesús a José y a María anunciaba y anticipaba la
sumisión del Jueves Santo: "No se haga mi voluntad ..."( Luc_22:42).
La obediencia de Cristo en lo cotidiano de la vida oculta inaugurada ya la obra
de restauración de lo que la desobediencia de Adán había destruido (cf. Rom_5:19).
534
El hallazgo
de Jesús en el Templo (cf. Luc_2:41-52)
es el único suceso que rompe el silencio de los Evangelios sobre los años
ocultos de Jesús. Jesús deja entrever en ello el misterio de su consagración
total a una misión derivada de su filiación divina: "¿No sabíais que me
debo a los asuntos de mi Padre?" María y José "no comprendieron"
esta palabra, pero la acogieron en la fe, y María "conservaba
cuidadosamente todas las cosas en su corazón", a lo largo de todos los
años en que Jesús permaneció oculto en el silencio de una vida ordinaria.
583
Como los
profetas anteriores a él, Jesús profesó el más profundo respeto al Templo de
Jerusalén. Fue presentado en él por José y María cuarenta días después de su
nacimiento ( Luc_2:22-39). A la edad de doce años, decidió quedarse en el
Templo para recordar a sus padres que se debía a los asuntos de su Padre
(cf. Luc_2:46-49). Durante su vida
oculta, subió allí todos los años al menos con ocasión de la Pascua (cf. Luc_2:41); su ministerio público estuvo
jalonado por sus peregrinaciones a Jerusalén con motivo de las grandes fiestas
judías (cf. Jua_2:13-14; Jua_5:1. 14;
Jua_7:1. 10. 14; Jua_8:2; Jua_10:22-23).
1014
La Iglesia
nos anima a prepararnos para la hora de nuestra muerte ("De la muerte
repentina e imprevista, líbranos Señor": antiguas Letanías de los santos),
a pedir a la Madre de Dios que interceda por nosotros "en la hora de
nuestra muerte" (Ave María), y a confiarnos a San José, Patrono de la
buena muerte:
Habrías de
ordenarte en toda cosa como si luego hubieses de morir. Si tuvieses buena
conciencia no temerías mucho la muerte. Mejor sería huir de los pecados que de
la muerte. Si hoy no estás aparejado, ¿cómo lo estarás mañana? (Imitación de
Cristo 1, 23, 1).
Y por la
hermana muerte, ¡loado mi Señor!
Ningún
viviente escapa de su persecución;
¡ay si en
pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los
que cumplen la voluntad de Dios!
(San
Francisco de Asís, cant.)
1020
El cristiano
que une su propia muerte a la de Jesús ve la muerte como una ida hacia El y la
entrada en la vida eterna. Cuando la Iglesia dice por última vez las palabras
de perdón de la absolución de Cristo sobre el cristiano moribundo, lo sella por
última vez con una unción fortificante y le da a Cristo en el viático como
alimento para el viaje. Le habla entonces con una dulce seguridad:
Alma
cristiana, al salir de este mundo, marcha en el nombre de Dios Padre
Todopoderoso, que te creó, en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que
murió por ti, en el nombre del Espíritu Santo, que sobre ti descendió. Entra en
el lugar de la paz y que tu morada esté junto a Dios en Sión, la ciudad santa,
con Santa María Virgen, Madre de Dios, con San José y todos los ángeles y santos.
... Te entrego a Dios, y, como criatura suya, te pongo en sus manos, pues es tu
Hacedor, que te formó del polvo de la tierra. Y al dejar esta vida, salgan a tu
encuentro la Virgen María y todos los ángeles y santos. ... Que puedas
contemplar cara a cara a tu Redentor... (OEx. "Commendatio animae").
1655
Cristo quiso
nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia
no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el
núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, "con toda su
casa", habían llegado a ser creyentes (cf Hch_18:8). Cuando se convertían
deseaban también que se salvase "toda su casa" (cf Hch_16:31
y 11,14).
Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no
creyente.
1846
El Evangelio
es la revelación, en Jesucristo, de la misericordia de Dios con los pecadores
(cf Lc 15). El ángel anuncia a José: "Tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mat_1:21). Y en la
institución de la Eucaristía, sacramento de la redención, Jesús dice:
"Esta es mi sangre de la alianza, que va a ser derramada por muchos para
remisión de los pecados" (Mat_26:28).
2177
La
celebración dominical del Día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel
principalísimo en la vida de la Iglesia. "El domingo en el que se celebra
el misterio pascual, por tradición apostólica, ha de observarse en toda la
Iglesia como fiesta primordial de precepto" (CIC, can. 1246,1).
"Igualmente
deben observarse los días de Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y
Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción,
San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo y, finalmente, todos los Santos"
(CIC, can. 1246,1).
Amén
ResponderEliminarMe ayudo mucho lalectuta de los numeros de Catecismo Catolico gracias por todo su aporte es hermoso
ResponderEliminarQue. SAN JOSÉ Fue un. Padre. Especialque. Ahoras es Un Padre. Especial. Siempre. Con. Fio en. Dios y. Llevo. Acabo su. Moción de. Proteje. A. Su. Famila con. Obefiensa fortaleza
ResponderEliminarMuchas gracias por todo lo que me enseñan de San José que Dios los bendiga amén amén amén 🙏
ResponderEliminarAmo a Señor San José desde niña, estudie en colegio Josefino y ahí me enseñaron a conocerlo y amarlo
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